Los factores sociales y económicos relacionados con la obesidad se vieron agravados por la pandemia de COVID-19.
(Washington, DC – 15 de septiembre del 2021) – En 2020, 16 estados tenían tasas de obesidad en adultos iguales o superiores al 35 por ciento, en comparación con 12 estados del año anterior. Estos y otros datos emergentes muestran que la pandemia del COVID-19 cambió los hábitos de alimentación, empeoró los niveles de inseguridad alimentaria, obstaculizó las oportunidad para la actividad física y aumentó el estrés, lo cual fue agravando el patrón de obesidad que se ha visto por décadas en Estados Unidos.
Según el reporte State of Obesity 2021: Better Policies for a Healthier America, publicado hoy por Trust for America’s Health (TFAH). EL informe es basado en parte en ldatos publicados recientemente en el reporte del 2020 del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento (BFRSS) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (BFRSS) y el análisis de TFAH, proporcionando las tasas anuales de sobrepeso y obesidad por edad, raza y estados de residencia de todo el país.
La obesidad está asociada con una variedad de enfermedades, incluyendo la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, artritis, apnea del sueño y muchos otros tipos de cánceres. Además, se estima que la obesidad aumenta el gasto en atención médica de $149 mil millones al año (aproximadamente la mitad de los cuales son pagados por Medicare y Medicaid). A parte de estp, la obesidad es una de las condiciones de salud subyacentes asociadas con las consecuencias más graves de la infección por COVID-19, representado un mayor riesgo de hospitalización y muerte.
Desde el comienzo de la pandemia, el 42 por ciento de los adultos en los EE. UU. Han experimentado un aumento de peso, según una encuesta de Harris, la cual fué realizada en febrero del 2021. El aumento de peso promedio que fue reportado por cada persona adulta en los EE. UU fué de 29 libras.
Dieciséis estados tienen una tasas de obesidad de un 35 por ciento ó más en los adultos.
Las tasas de obesidad varían considerablemente entre los estados y las regiones del país. En 2020, Mississippi tenía la tasa de obesidad adulta más alta con un 37,9 por ciento, seguida de Virginia Occidental con un 39,1 por ciento y Alabama con un 39 por ciento. Colorado tuvo la tasa de obesidad en adultos más baja a nivel nacional con un 24,2 por ciento.
A nivel nacional, se muestra que ahora son 16 estados los que tienen la tasa de obesidad en adultos iguales o superiores al 35 por ciento. Los estados que se le suman a esta lista son: Delaware, Iowa, Ohio y Texas. Los doce estados que continúan teniendo tasas de adultos superiores al 35 por ciento son: Alabama, Arkansas, Indiana, Kansas, Kentucky, Louisiana, Michigan, Mississippi, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia Occidental. (Puede verificar la data por estado).
En el 2012, ningún estado tenía una tasa de obesidad en adultos superior al 35 por ciento.
Las inequidades sistémicas y los factores socioeconómicos contribuyen a tasas más altas de obesidad entre ciertas poblaciones raciales y étnicas. Según los últimos datos nacionales disponibles por la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición del 2017-2018 (NHANES, por sus siglas en inglés.) los adultos negros tenían el nivel más alto de obesidad adulta a nivel nacional con un 49,6 por ciento; impulsado en gran parte por una tasa de obesidad adulta entre las mujeres negras del 56,9 por ciento. Los adultos hispanos tienen una tasa de obesidad del 44,8 por ciento. Los adultos blancos tienen una tasa de obesidad del 42,2 por ciento y los adultos asiáticos tienen una tasa de obesidad del 17,4 por ciento.
Acorde a J. Nadine Gracia, MD, MSCE, Presidente y directora ejecutiva de Trust for America’s Health, “La epidemia de la obesidad es un problema urgente en los EE. UU. Y ha empeorado durante la pandemia del COVID-19. Lo que necesitamos son políticas que transormen los programas de inversiones de manera efectiva y audaz, que reduzcan las inequidades en el Sistema de salud y aborden las condiciones sociales y económicas de la vida de las personas, las cuales son las principals barreras para el acceso a alimentos y actividad física asequibles y saludables”.
El aumento de la tasasde obesidad también es un problema entre niños y adolescentes. Según los datos de la NHANES del 2017-2018, casi el 20 por ciento (19,3 por ciento) de los niños estadounidenses de 2 a 19 años son obesos. Estos datos se han triplicado desde mediados de la década de 1970, de los cuales los jóvenes negros y latinos tienen la tasa de obesidad sustancialmente más altas que sus pares blancos.
Medidas Que Se Deben Considerar Durante la Crisis de la Obesidad
Resolver la crisis de obesidad de la nación requerirá una mayor inversión y una acción política audaz. Las recomendaciones de este informe se centran en dos puntos principales: 1) La necesidad de crear un acercamiento a múltiples sectores multidisciplinarios, y 2) enfocarse primordialmente en aquellos grupos de la población que experimentan un riesgo desproporcionado de obesidad. Los legisladores no podrán revertir el aumento de la tasa de obesidad, sin abordar las condiciones sociales, económicas y ambientales, las cuales son la raíz del problema.
El reporte incluye unas medidas de recomendación para abordar la crisis de la obesidad, las cuales deben ser implementadas tanto por el gobierno federal, local, estatal, el sector de la educación, el sector de la salud y la industria alimentaria:
- Ampliar el acceso al seguro médico, incluso mediante la extensión de Medicaid, haciendo que la cobertura del seguro a través del sistema de asistencia de salud (Marketplace), sea más asequible. Los planes de seguro deben cubrir todas las recomendaciones “A” o “B” del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. para los programas de prevención de la obesidad, sin ningún costo extra para el paciente.
- Aumentar los fondos para el Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de los CDC. Esta inversión debe incluir al menos $ 125 millones en el año fiscal 2022 para la División de Nutrición, Actividad Física y Obesidad de los CDC y $ 102.5 millones en el año fiscal 2022 para los Enfoques Raciales y Étnicos de la Salud Comunitaria de los CDC para garantizar los fondos suficientes, de manera y equitativa para los programas de prevención de obesidad en los 50 estados.
- Hacer que las comidas escolares saludables sean gratuitas para todos los estudiantes, es un gran paso para acabar con el hambre infantil y asegurar el acceso a alimentos saludables. Proteger la reciente expansión de los beneficios del Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP) y mejorar el acceso al Programa de Nutrición Suplementaria Especial para Mujeres, Bebés y Niños (WIC).
- Eliminar vacíos fiscales y deducciones de costos comerciales a las corporaciones relacionadas con la publicidad de alimentos y bebidas que no son saludables para los niños.
- Aumentar el precio de las bebidas azucaradas mediante un impuesto especial, generando ingresos fiscales para ser destinados a los esfuerzos de disminuir disparidades socioeconómicas y de salud para prevenir la obesidad.
- Asegurar que todos tengan accesos seguro y conveniente a aceras y vías para caminar y andar en bicicleta, que todos los estudiantes puedan contar con rutas seguras para caminar o andar en bicicleta. Las inversiones en el departamento de transporte deben enfocarse en transporte activo, tanto el estado federal, local y estatal, junto al departamento de educación, deben enfocar sus esfuerzos en incrementar la actividad física durante la jornada escolar.
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Para leer el reporte completo
Trust for America’s Health es una organización no partidista sin fines de lucro que promueve una salud óptima para cada persona y comunidad y hace de la prevención de enfermedades y lesiones una prioridad nacional.